17 ene 2013

¡Nos vamos de rebajas!

Por Elena Valor.

Empieza el año del que todos esperamos sea algo mejor que el pasado, con una auténtica ruina en el bolsillo y con ofertas increíbles en los escaparates. Atrás quedaron los buenos tiempos en los que nos dejábamos caer por los comercios a ver qué descuento nos tentaba. Ahora eso es imposible ¿Qué hacer? ¿No salimos de casa? ¿Nos ponemos unas gafas tan oscuras que nos impidan ver nada? ¿Nos olvidamos de quienes éramos y de una buena vez reconocemos que vivimos en la miseria?

No nos dejemos vencer por la desesperación, bien es cierto que no hay dinero, pero también que prendas que nos gustaron y que nos hacían falta pero dijimos que no, ahora están a menos de la mitad de precio. ¿Vamos a dejarlas pasar?

La crisis nos ha hecho entender que, efectivamente, ya no somos quienes éramos, pero tampoco vamos a dejarnos hundir en la permanente depresión reinante. Pongamos inteligencia al asunto: Nada de salir de caza "a ver qué pillo", tenemos que tener muy claro qué es lo que estamos buscando, ese abrigo estiloso y clásico que nos acompañará varios años, las botas calentitas de piel buena que nos hará jubilar a las ya desgastadas con las que nos hemos recorrido medio mundo, ese jersey de "cachimil" inalcanzable en noviembre, por fin unas botas de agua de marca que no nos cuesten 100€ (¡cómo se pasan!)...


En definitiva, nada de de prendas de rabiosa actualidad que pasarán de moda el próximo otoño y nos las acabaremos comiendo con patatas. Las rebajas son para conseguir prendas clásicas y buenas que por precio eran imposibles al inicio del otoño. Lo que llaman fondo de armario y que casi nadie tiene muy claro que es. Lanas, sedas, cachemir, lineas atemporales y colores de "toda la vida".

Es el momento de reponer esos pantalones negros de lana que nos sientan de lujo pero ya empiezan a salirles brillo, la blusita de seda color crudo ya algo ajada, un buen bolso y aquí podemos innovar con los colores porque ya no estamos obligadas a los eternos negro y marrón ¿qué tal un bolso azulón que no lo soltaremos hasta el próximo invierno?, una gabardina impecable de marca inglesa,...

Eso sí, nada de calzado con cuña, jerseis gordos con ochos (que además con las calefacciones son sofocantes y nada prácticos), chalequitos de pelo que parecemos pastoras de un belén viviente y esas otras prendas que se pusieron de moda este invierno y dormirán en sueño de los justos hasta saber cuando.

Pero no dejemos de lado el mayor problema: ¿cómo pagamos si no hay un duro? A estas alturas del mes es evidente que o metemos un tarjetazo o nos olvidamos de las rebajas. Muchos bancos ofrecen interesantes ofertas para utilizar sus tarjetas de crédito: compras por Internet, establecimientos asociados, descuentos según qué días de la semana se compre, aplazamiento de pagos sin intereses o en cómodos plazos (¡Ojo! estos últimos sí tienen intereses que hay que pagar, creedme mejor a mes vencido y a 0% de interés), depende qué día pasen el cargo, si es después del 15, las compras las pagaremos en marzo ¿para entonces ya habremos salido de la indigencia?

Vamos a darnos un alegría y salgamos de tiendas pero con mucha mucha cabeza,  conseguiremos gangas alucinantes sin sentimientos de culpa.

Feliz año y como siempre

Cuídate y sigue tan guap@